El contorno de tu silueta
Hace piruetas
En el mundo mío,
Ah malaya que premio el mío,
Buscándote allá
afuera
Y no dentro, donde vives tú,
Cuando me habitas
Haces residencia perenne
En mi interior,
Cuando anclas tu esencia en mí
Se hace frutal la substancia de mi memoria,
Y los frutos maduros pintonean
En las esferas interiores
Del mundo mío,
Que dichoso soy de poder
Verte, sentirte, tocarte y escribirte,
Eres el aroma que me persigue
Desde la más tierna edad,
La bruma de la adolescencia
Y el roció de la edad perenne,
Eres el espejo donde me asomo
Cuando te quiero cerca y
Fuerte tormenta cuando
Me desbordas e inundas de sensaciones,
Las cuales no puedo contener
Entonces salen en tropel cual corceles
Multicolores esos habitantes familiares,
De mí ser en forma de verso y prosa...
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