sábado, 24 de enero de 2009

Nuestro Centro

Hacia el centro de nosotros
el tiempo fluye en un río
de emociones, que trasciende
al espacio del mundo exterior.

Centrados nuestras emociones
se aquietan en el tiempo,
como huracanes nuestros sentidos
se avivan y reposan en calma.

Solo el centro es nuestra vida
sin centro nuestra vida es vacía,
centrando nuestros pasos
encontraremos el sendero y las huellas.

El retorno al centro
es el camino a una vida nueva,
que reanima nuestro ser 
a vencernos a nosotros mismos.

Fraternalmente para Mi QH Santiago

1 comentario:

Anónimo dijo...

Caramba, Q:. H:. Con este poema usted tocó algo en mí... ¡Me pareció tan hermoso y real! Nuestra vida, como una rueda, debería girar en torno de nuestro centro. No salta, no se balancea. Es un suave desplazarse en círculos. Es un movimiento calmo, sin esfuerzo; como el constante giro de los cuerpos siderales, que es la representación visual de la música de las esferas.