el tiempo fluye en un río
de emociones, que trasciende
al espacio del mundo exterior.
Centrados nuestras emociones
se aquietan en el tiempo,
como huracanes nuestros sentidos
se avivan y reposan en calma.
Solo el centro es nuestra vida
sin centro nuestra vida es vacía,
centrando nuestros pasos
encontraremos el sendero y las huellas.
El retorno al centro
es el camino a una vida nueva,
que reanima nuestro ser
a vencernos a nosotros mismos.
Fraternalmente para Mi QH Santiago
1 comentario:
Caramba, Q:. H:. Con este poema usted tocó algo en mí... ¡Me pareció tan hermoso y real! Nuestra vida, como una rueda, debería girar en torno de nuestro centro. No salta, no se balancea. Es un suave desplazarse en círculos. Es un movimiento calmo, sin esfuerzo; como el constante giro de los cuerpos siderales, que es la representación visual de la música de las esferas.
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