viernes, 23 de diciembre de 2016

La Lux Del Portal

Quiso el Celestial Padre
Que una Virgen Madre
Fuera el regazo de su hijo amado
Un niño adorado,
Sería el bien más preciado
Para redimir todo pecado,
Dispuso el padre su  divina voluntad
Para que el niño naciera
Y su amor resplandeciera
En la humanidad,
Vino este niño al mundo
Con el pan de vida eterna
Para iluminar toda oscuridad,
Para rebozar con humildad
A los que en  el creyeran,
Este niño amado
Sería la luz del mundo,
La puerta de los hombres
Y la verdad en sus corazones,
El divino padre dotó al niño
De dos trajes de luz
Que a todos vislumbró,
Uno de  divina naturaleza
Y otro de  humana belleza,
Dispuso también el Divino Padre
Cuando el niño naciera,
En el cálido portal aquel
Fuera llamado por todos, Emmanuel.

"He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que interpretado es: Dios con nosotros."
 

Mateo 1:23

jueves, 15 de diciembre de 2016

El Tricornio De Luz


Con un Sombrero particular
Ornado de virtudes,
De forma triangular
Cubristeis nuestros capiteles,
Con el Dorado de tu inmensidad divina,
Para recordarnos nuestra
Patria Celestial y divino origen,
El negro, para que no olvidemos
Que estamos muertos
En este mundo de tenebrosa materia,
La encendida escarapela encarnada
De tu espinado corazón
Símbolo de tu resurrección,
Bienaventurados los elegidos
Que lo portan con humildad
Que apartasteis del sinuoso camino
Para llevarlos a la recta senda
De tu santa orden,
Señor Ilumina nuestros Ojos espirituales
Para instruirnos en tus sagrados misterios
Por medio Del Rito, El Evangelio y La Regla,
Permite señor que Tu Amor, Sabiduría y Beneficencia
Sean las semillas que florezcan en nuestros corazones
Para que en tu presencia Seamos salvos

Por la Luz Increada de tu eterna Misericordia...

martes, 9 de febrero de 2016

Acecho y Venganza

Siempre estas allí,
Muda, con las garras preparadas
A dar dentelladas a cualquiera
Que perciba tus encantos,
Y se caiga en el
Aroma de tus carnes,
Se te reconoce,
Por tus vestidos de dolor, 
De sangre
De sed, de lágrimas, de angustia,
Por Tus labios inmerecidos
Que destilan
El alma de tus inocentes presas,
Acechas todo a tu alrededor
No disimulas tu andar
Tus caderas te delatan
Y rompen la materia
Muerta de este mundo
Que tanto te atrae, y dominas,
Tus collares de negro luto y lentejuelas,
Tus enaguas de madre perla,
Engalanan  el vil acecho y la presa inocente
No se da cuenta de tus dientes de plata,
Que le  vigilan el carmesí de sus entrañas,
Tu silueta como la noche acecha
En todos los corazones que por ti laten
Y mueren sin perdón sin locura,
Eres Toda tú,
Salida del edén de  los perfumes
Cálidos y sórdidos,
Con tus espinas de vida y muerte
Que desangran lo de adentro,
Lo profundo, lo interior,
Lo inmenso de tu mirada
Que busca y distrae
Que no muere,
Pero que enamora
Y siempre mata,
Tu espera larga
Pero segura
Sobre las hojas
Ya frescas y quemadas
Por el fuego de tu pasión
Moribunda que ahoga,
Todo lo que rozas
Con tu sombra No  sobrevive,
Tú la del camino
Estrecho y la vida torcida
Por el destino de unos besos,
Que mortales juraron
Renacer en pasión y muerte,
En acecho y venganza,
Siempre triunfas,
Siempre inmortal
Tu cálida mirada de cristal
Es el puñal que mata…