Vivo y sueño
En tu recuerdo,
Cuando la brisa
De tus manos me acaricia.
Vivo y sueño
En tus días,
Cuando me miras
Y tus labios me buscan.
Vivo y sueño
En tu cuerpo,
Cuando tus piernas
Se amarran a las mías.
Vivo y sueño
En tus manos,
Cuando con las mías
Se buscan con pasión.
sábado, 21 de junio de 2008
Fragmentos
Solo nos quedan pedazos
Que no encajan
En los retazos
De nuestras vidas.
Se rompieron las esperanzas
Y los pedazos siguen cayendo,
Era predecible que así sucediera
Solo era cuestión del arcano tiempo.
El tiempo no alcanzo
A remediar los síntomas,
Las heridas abiertas no cierran
Están manando dolor.
Pero no fue el dolor,
Ni el tiempo, ni los pedazos,
Fuimos los dos quienes
No detuvimos la marcha.
Esa marcha agonizante
Hacia el abismo,
Fue la causa para
Que se den en prosa estos fragmentos.
Que no encajan
En los retazos
De nuestras vidas.
Se rompieron las esperanzas
Y los pedazos siguen cayendo,
Era predecible que así sucediera
Solo era cuestión del arcano tiempo.
El tiempo no alcanzo
A remediar los síntomas,
Las heridas abiertas no cierran
Están manando dolor.
Pero no fue el dolor,
Ni el tiempo, ni los pedazos,
Fuimos los dos quienes
No detuvimos la marcha.
Esa marcha agonizante
Hacia el abismo,
Fue la causa para
Que se den en prosa estos fragmentos.
Llegara El Final
Llegara el final
Y no estaré,
Porque viviré
En ti como un manantial.
Estaré a tu espera
Deseando que llegue el día,
Y cese la amarga espera
Que consume el alma mía.
Cuando al fin Llegues a mí,
Te abrazare y colmare de lirios,
Y cuando por mi preguntes
Entonces moriré y allí te esperare.
Y no estaré,
Porque viviré
En ti como un manantial.
Estaré a tu espera
Deseando que llegue el día,
Y cese la amarga espera
Que consume el alma mía.
Cuando al fin Llegues a mí,
Te abrazare y colmare de lirios,
Y cuando por mi preguntes
Entonces moriré y allí te esperare.
El Puñal
El filo de tu mirada
Acaricia mi ser,
Cual llamarada
Que se hunde en mí ser.
El dolor que siento
Es alivio a mis días,
Cálido es tu aliento
Cuando escucho tus melodías.
Te hundes en mi carne
Y brota el manantial
Que resucita la vida.
Me tienta tu carne
Y tu acecho virginal,
Que arremete contra mi vida.
Acaricia mi ser,
Cual llamarada
Que se hunde en mí ser.
El dolor que siento
Es alivio a mis días,
Cálido es tu aliento
Cuando escucho tus melodías.
Te hundes en mi carne
Y brota el manantial
Que resucita la vida.
Me tienta tu carne
Y tu acecho virginal,
Que arremete contra mi vida.
Solo Contigo
Solo tus días me sacian
Solo tus melodías me calman,
Solos mi espada y escudo
Ante el amor que acudo.
Solo tú y mi lira
Solo el amor que delira,
Solo con tus besos
solo por tus deseos.
Solo el amor deja huella
Solo con amor el alma vuela,
Solo con tristeza en el alma...
Cuando no percibo tu estela,
Solo mi alma desvela
cuando me devuelves la serena calma.
Solo tus melodías me calman,
Solos mi espada y escudo
Ante el amor que acudo.
Solo tú y mi lira
Solo el amor que delira,
Solo con tus besos
solo por tus deseos.
Solo el amor deja huella
Solo con amor el alma vuela,
Solo con tristeza en el alma...
Cuando no percibo tu estela,
Solo mi alma desvela
cuando me devuelves la serena calma.
Mi Escudo
Me proteges con tu vida
Con todo tu ser,
Con el poder de dar
Por mi tu vida.
Fundido con la transmutación
Del mercurio, el azufre y la sal,
En el atanor del averno,
Fuiste rescatado por el ser supremo
Quien lo usa contra el mal y por el bien.
Sagrado en mis manos,
Profano y renegado con mis enemigos,
Angelical tu metal, tu mi mejor amigo.
Mil batallas en mis manos
Una eternidad al servicio de mis hermanos,
Fortaleciendo la fraternal cadena
Que inmutable nuestros corazones entrelaza.
Con todo tu ser,
Con el poder de dar
Por mi tu vida.
Fundido con la transmutación
Del mercurio, el azufre y la sal,
En el atanor del averno,
Fuiste rescatado por el ser supremo
Quien lo usa contra el mal y por el bien.
Sagrado en mis manos,
Profano y renegado con mis enemigos,
Angelical tu metal, tu mi mejor amigo.
Mil batallas en mis manos
Una eternidad al servicio de mis hermanos,
Fortaleciendo la fraternal cadena
Que inmutable nuestros corazones entrelaza.
domingo, 8 de junio de 2008
Pablo Neruda El Inmortal de Chile y del Mundo
Ausencia
Apenas te he dejado,
vas en mí, cristalina
o temblorosa,
o inquieta, herida por mí mismo
o colmada de amor, como cuando tus ojos
se cierran sobre el don de la vida
que sin cesar te entrego.
Amor mío,
nos hemos encontrado
sedientos y nos hemos
bebido toda el agua y la sangre,
nos encontramos
con hambre
y nos mordimos
como el fuego muerde,
dejándonos heridos.
Pero espérame
guárdame tú dulzura.
Yo te daré también
una rosa.
Apenas te he dejado,
vas en mí, cristalina
o temblorosa,
o inquieta, herida por mí mismo
o colmada de amor, como cuando tus ojos
se cierran sobre el don de la vida
que sin cesar te entrego.
Amor mío,
nos hemos encontrado
sedientos y nos hemos
bebido toda el agua y la sangre,
nos encontramos
con hambre
y nos mordimos
como el fuego muerde,
dejándonos heridos.
Pero espérame
guárdame tú dulzura.
Yo te daré también
una rosa.
Muere El Poeta Venezolano Eugenio Montejo
Eugenio Montejo (Caracas,18 de noviembre de 1938 - Valencia, 5 de junio de 2008) fue un poeta y ensayista venezolano, fundador de la revista Azar Rey y co-fundador de la Revista Poesía de la Universidad de Carabobo. Fue investigador en el Centro de Estudios Latinoamericanos "Romulo Gallegos" de Caracas, y colaborador de una gran cantidad de revistas nacionales y extranjeras. En 1998 recibió el Premio Nacional de Literatura y en 2004 el Premio Internacional Octavio Paz de Poesía y Ensayo. Uno de sus poemas es citado en la película 21 gramos, del director mexicano Alejandro González Iñárritu.
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